jueves, 23 de febrero de 2012

HOMBRES PASIVOS


“Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.”   (1 Corintios 11:3)

Dios determinó que quien sería la cabeza de toda pareja fuera el hombre, eso le da por un lado el privilegio de guiar a su familia y decidir en última instancia que rumbo llevará esta, pero por otro le obliga también a ser el protector y proveedor principal de ella, pues todo gran privilegio conlleva también una gran responsabilidad.

Dios fue también quien proveyó al hombre de las hormonas, las funciones neuronales y las habilidades físicas necesarias para llevar a cabo esta tarea, parte de las cuales son visibles desde temprana edad, de ahí que generalmente los niños sean más independientes, arriesgados, agresivos, indisciplinados y antihigiénicos que las niñas.

Desgraciadamente en algunos hogares cristianos la pasividad del hombre ha permitido que la mujer tome el control de la casa y de los hijos, y al no ser su rol desequilibra no solo a la pareja sino a la familia en conjunto, afectando principalmente el desarrollo de los hijos.

Ahora bien, si los hombres fueron hechos por Dios para tomar las riendas de su familia, ¿A qué se debe que algunos de ellos cedan su autoridad a su pareja?

Existen obviamente un sinfín de causas posibles, pero entre las más comunes se hallan las siguientes:
-          Este hombre tuvo una madre sofocante, que se la pasaba controlándolo y protegiéndolo de forma excesiva, por lo que no le permitió a su persona desarrollar satisfactoriamente su independencia, a su vez con su actitud le mandó el mensaje inconsciente de que los hombre son inútiles que dependen de las mujeres para enfrentar y resolver los problemas correctamente.
-          Este hombre tuvo un padre tiránico, que debido al miedo que le causaba lo obligo a refugiarse excesivamente en los brazos de su madre; ya que a diferencia de las muchachas que pueden estar junto a su madre al ir formando su identidad, los muchachos deben apartarse de la madre y seguir el ejemplo de un hombre para poder crecer y convertirse en adultos sanos.
-          Este hombre tuvo un padre pasivo que le dio a su hijo el mal ejemplo de que en el hogar quienes deben llevar las riendas son las mujeres porque los hombres simplemente no tienen la fuerza necesaria para hacerles frente.

Si has observado detenidamente, el principal problema de este tipo de hombres es que han estado demasiado cerca de la figura materna, por eso es que inconscientemente le temen por un lado y la idolatran por otro.

Al llegar a la adultez no es que es casen con una mujer cualquiera y por arte de magia terminen  cediéndole su autoridad, lo que sucede es que inconscientemente buscarán siempre a una mujer de carácter fuerte, de mayor edad o en mejores condiciones económicas, que les de la seguridad interna de la que carecen y que este dispuesta a tomar la autoridad que ellos no desean tener.

Pues aunque la mayoría de las mujeres en broma siempre dirán que les encantaría tomar las riendas de su casa y poner un tiempo a su esposo de lacayo, la realidad es que lo que las mujeres desean como pareja es alguien que las proteja, las apoye y las guíe; y no un hijo más a quien brindarle dirección.

martes, 7 de febrero de 2012

PROBLEMAS PARA ENCONTRAR PAREJA

“Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.”   (Juan 11:43-44)

Dios ya había resucitado a Lázaro, pero este todavía no podía moverse libremente debido a que estaba atado con vendas; no estaba muerto, pero tampoco estaba libre; eso mismo le sucede actualmente a muchos solteros dentro de las iglesias cristianas, no están muertos  pero tampoco son lo suficientemente libres como para conseguir una pareja estable con la cual casarse.

Y envueltos en una serie de mitos y ataduras espirituales no pueden moverse adecuadamente para lograr sus objetivos, algunos de ellos o ellas ni siquiera logran entablar pequeñas conversaciones con el sexo opuesto, otros llegan a tener parejas sentimentales relativamente estables como las madres solteras jóvenes, pero a fin de cuentas ninguno de ellos logra contraer matrimonio.

Los mitos a los que me refiero son cosas que como cristianos generalmente creemos, aunque estas no siempre sean ciertas, el problema de los mitos es que no los cuestionamos y al guiar nuestras vidas bajo preceptos erróneos que no tienen base una bíblica firme nos metemos en problemas; entre los más comunes se encuentran:

-          “Dios tiene un hombre o una mujer elegida para mí”, sin embargo, igual y soy yo quien debe tomar esa decisión.
-          “Cuando se case conmigo cambiará”, sin embargo, eso comúnmente no sucede en este mundo.
-          “Cuando tenga pareja dejaré de estar solo o sola”, sin embargo, la soledad es una cuestión interna que poco tiene que ver con el exterior.
-          “Cuando tenga pareja seré feliz”, sin embargo, la felicidad no es un fin, sino una forma de vida.
-          “Un día llegará mi príncipe o princesa encantada”, sin embargo, los seres humanos perfectos no existen, y todo príncipe lleva un sapo dentro de sí.
-          “Espera y llegará”, sin embargo, Jesús dijo que el que busca halla y el que siembra cosecha, porque Dios no puede ser burlado.
-          “La soltería es una virtud”, sin embargo, la Biblia enaltece más el matrimonio, por eso no puedes ser un ministro de culto si no eres casado.
-          “Lo importante es el interior”, sin embargo, el primer paso hacia lo sentimental comienza por el atractivo físico que vemos en la otra persona.
-          “El amor es muy complicado”, sin embargo, la mayoría de la veces el complicado eres tú y no el amor.

Además, las ataduras que menciono son lazos emocionales y espirituales internos que consciente o inconscientemente te presionan para que no hagas lo que realmente quieres hacer, en este caso encontrar una pareja estable.

-          No te entiendes ni tú mismo, y como vas a ser comprendido por alguien si ni tú sabes lo que quieres.
-          Estás demasiado apegado a tus padres, y nadie desea casarse con una persona dependiente de algo o alguien.
-          Tienes una actitud de víctima, y lo que queremos al igual que Adán es un ayuda idónea y no alguien que nos este culpado por todo.
-          Elijes siempre a la persona inadecuada, porque algo en tu pasado te obliga a hacerlo así y obviamente la relación fracasa.
-          Tienes baja autoestima, y quien quiere amar a alguien que ni siquiera se ama así mismo.
-          Eres inmaduro, y el matrimonio fue diseñado para personas adultas, no para niños ni para adolescentes de 40 años.
-          Tienes miedo a las personas del otro sexo, y por lógica no puedes relacionarte con algo que temes.
-          Eres adicto al trabajo, y como vas a casarte si ya has contraído matrimonio con tus responsabilidades.
-          Eres demasiado apegado a tus amigos o amigas, y las relaciones de pareja son algo hasta cierto punto privado.
-          Te gusta quedarte en casa, y lo más seguro es que nadie tocará a tu puerta para ver si deseas casarte.

Con los mitos no hay problema, simplemente deja de verlos como verdades absolutas y punto, pero las ataduras son algo más complicado, pues están relacionadas con procesos inconscientes y heridas del pasado, para librarte de ellas debes buscar ayuda, pues de no hacerlo, aún si llegas a casarte, las probabilidades de que fracases son enormes.

Si te intereso el tema, te recomiendo que leas el libro “Mitos y ataduras que impiden encontrar pareja” de Bernardo Stamateas; si no lo encuentras mándame un correo y te mando una copia mientras encuentras el original en alguna librería cristiana.

miércoles, 1 de febrero de 2012

TEST DE COMUNICACIÓN EN LA PAREJA

“Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.”   (Eclesiastés 4:12)

Hay dos formas en las que el grado de comunicación íntima y transparencia dentro de una pareja puede ser medido, una de ellas es el sentimiento de amor romántico que sienten el uno por el otro, por eso que cuando un cónyuge menciona que “ya no siente amor” por el otro, no es que se le halla acabado algo llamado “amor”, sino que la comunicación íntima con su pareja se ha vuelto superficial.

La otra forma de medir esta intimidad son el número de relaciones sexuales que la pareja mantiene, si tu incógnita es cuántas relaciones sexuales deberías tener mensualmente, solo recuerda tus primeros meses de matrimonio y pregúntate ¿Qué tanto difiere la cantidad de relaciones sexuales que mantenías en esos meses y las que ahora tienes?

Existen matrimonios que a simple vista parecen enamorados, sin embargo, si solamente mantienen una relación sexual al mes, digan lo que digan, algo anda fallando en ese matrimonio; de igual forma, sin al estar juntos falta esa chispa que sentían cuando eran solo novios, el matrimonio peligra, poco o mucho, pero el riesgo existe.

Pues cuando el nivel de comunicación íntima ha decaído, existe la posibilidad de que alguno de los cónyuges de forma voluntaria o involuntaria abra su corazón a otra persona, y si en ese momento aparece alguien en la escuela, en el trabajo, en la iglesia,…  que este dispuesta a mantener una comunicación íntima con ella, aunque esta sea solo emocional, el camino hacia la parte sentimental o sexual ha comenzado a recorrerse.

Antes de resolver los siguientes test para determinar el peligro en el que tu relación se encuentra, si es el caso, te recomiendo que veas primero la película “Tarata” completa dando un click sobre el link, en ella verás la forma en la que se comportan las parejas cuya comunicación íntima ha desaparecido.

http://www.youtube.com/watch?v=bMbyfUf3F3o

Una vez vista la película los siguientes test te darán una idea de que tan buena es la comunicación íntima que actualmente mantienes con tu pareja.

TEST 1

1.- Cuando recibes noticias emocionantes o buenas, ¿Hay alguien a quien te gustaría llamar para compartir esa información antes de decírselo a tu cónyuge?
2.- ¿Hay una persona del sexo opuesto con quien estás regularmente hablando de esperanzas, sueños, planes futuros, aspiraciones, temores o frustraciones más frecuentemente que con tu pareja?
3.- ¿Es más fácil hablar con esa persona que con tu esposa u esposo?
4.- ¿Estás compartiendo tus frustraciones matrimoniales con esa persona?

La calificación idónea es “No” en todas las respuestas.

TEST 2

1.- ¿Rehúsas compartir parte de tu corazón con tu pareja?
2.- ¿Cuándo compartes información íntima con tu cónyuge tienes miedo al rechazo?
3.- ¿Sientes que tu pareja no valora tus ideas y opiniones?
4.- ¿Sientes que tu pareja no valora tus sentimientos o emociones?
5.- ¿Te sientes usado por tu pareja?
6.- ¿Evita tu pareja tener relaciones sexuales contigo?
7.- ¿Evitas de alguna forma tener relaciones sexuales con tu pareja?
8.- ¿Has perdido el interés por pasar tiempo a solas con tu pareja?
9.- ¿Buscas excusas para estar ocupado(a) en el trabajo, en la escuela,… y no tener que llegar así a tu casa(obviamente con tu pareja)?
10.- ¿Piensas que tu matrimonio no ha resultado tal como lo soñabas antes de casarte, con respecto a la forma en la que te llevas con tu pareja?
11.- ¿Tu pareja usa la ira o la humillación para callarte o herirte?
12.- ¿Tu pareja te hace sentir inmadura o incompetente?
13.- ¿Sientes que ya no atraes físicamente a tu pareja?
14.- ¿Ya no consideras atractiva físicamente a tu pareja?
15.- ¿Sientes que tu pareja te hostiga?

La calificación idónea es “No” en todas las respuestas.

En cualquiera de los dos cuestionarios anteriores, mientras mayor sea el número de respuestas afirmativas, menor es la comunicación íntima con tu pareja; y la mejor forma de comenzar a restablecerla es orando diariamente juntos, pues con ellos no solo tendrán el apoyo del Señor, sino que comunicarán sus sentimientos más abiertamente, se perdonarán más fácilmente, se bendecirán mutuamente, afrontarán juntos los problemas y destruirán los planes que el enemigo tiene en contra suya.