sábado, 17 de agosto de 2013

COMIENZO DE UNA RELACIÓN AMOROSA


!!Cuán hermosos son tus pies en las sandalias,
Oh hija de príncipe!
Los contornos de tus muslos son como joyas,
Obra de mano de excelente maestro.
Tu ombligo como una taza redonda
Que no le falta bebida.
Tu vientre como montón de trigo
Cercado de lirios.
Tus dos pechos, como gemelos de gacela.
(Cantares 7:1)

Los seres humanos generalmente intentamos comenzar una relación romántica por medio de la mirada, observando a la otra persona, para ver si esta se fija en nosotros; y al parecer, al igual que en la foto superior, es él quien comienza, pero eso en el 90% de los casos no es cierto, es la mujer quien se fija en el hombre y empieza con el proceso de cortejo; nada más que antes de describir detalladamente este proceso analicemos primero lo que es la vista.

Se dice que los ojos son la ventana del alma, y esto hasta cierto punto es cierto porque aunque nuestros ojos podemos movernos a voluntad, nuestras pupilas trabajan a nivel inconsciente y no pueden ser controladas por nosotros, por lo que son capaces de revelar nuestras verdaderas emociones; ejemplo de ello es que cuando algo no nos gusta tienden a hacerse más pequeñas, es decir, a contraerse, y cuando algo nos atrae tienden a hacerse más grandes, es decir, a dilatarse; de ahí que cuando una persona tiene las pupilas dilatadas nos parece más atractiva que cuando no las tiene, es por eso que las pupilas de los ojos de los muñecos de peluche generalmente son grandes, porque así les resultan más atractivos a los niños.

Además de esto generalmente siempre nos sentimos más cómodos con una persona que nos mira más tiempo que con una que evita vernos, porque su mirada significa que nos encuentra interesantes; básicamente existen 3 tipos de mirada: la mirada social, en la que los ojos nos observan el área triangular que se encuentra entre los ojos y la boca; la mirada íntima; en la que nos miran el área triangular que comprende entre los ojos y el pecho, los ojos y la entrepierna o aún más allá; y la mirada de poder, que comprende la zona triangular entre los ojos y la frente.

La mirada social la utilizamos en todas nuestras interacciones amistosas, la mirada íntima la usamos cuando alguien nos interesa sexualmente y la mirada de poder la utilizamos para intimidar a alguien.

Tengamos aquí en cuenta que los hombres solo están equipados con una visión de túnel, lo que les permite divisar un objetivo a distancia con gran precisión, pero no con una gran visión periférica, es por eso que a un hombre le cuesta tanto trabajo encontrar algo dentro de un cajón por ejemplo, pues necesita mover la cara para todos lados y así divisar el objeto; mientras que la visión periférica de las mujeres es de hasta 45 grados hacia todas direcciones, lo que significa que una mujer puede parecer estar viendo la cara de un hombre cuando en realidad le puede estar viendo el cinturón.

Y aunque en las iglesias se critica a los hombres por voltearse cuando pasa una dama, la realidad es que tanto hombres como mujeres se observan de igual manera y en el mismo porcentaje, y no es que los hombres sean más mirones que las mujeres, sino que al no tener una amplia visión periférica y solo una visión de túnel son pillados más fácilmente.

Con todo esto como base, analicemos ahora si el proceso de cortejo; a diferencia de la mayoría de los mamíferos, en los que el macho se viste para impresionar a la hembra, en los seres humanos la mujer es quien se viste para impresionar al hombre, pues es a través de su belleza le muestra su capacidad reproductiva, mientras que el hombre se viste para mostrar a los demás su categoría social alejando así a sus enemigos, ya que esto demuestra su dominio, lo que a su vezo atrae a la mujer.

De ahí que el cortejo tenga como base una secuencia de gestos y expresiones que tienen como objetivo subrayar las diferencia sexuales de cada sexo, que es lo que comúnmente le llamamos un aspecto sexy.

Ahora bien, en el 90% de los casos son las mujeres quienes inician esta secuencia de gestos y expresiones llamada cortejo, porque cuando es el hombre quien lo inicia sin que la mujer le halla puesto el semáforo en verde para que se le acerque, existe una gran probabilidad de que sea rechazado; de ahí que casi cualquier hombre que el patio de una iglesia para hablar con una mujer, es porque realmente es ella quien se lo ha solicitado de manera sutil.

Pues gran parte del éxito que muchos hombres tienen con las mujeres no consiste en mostrarse atractivos, sino en poder detectar a las mujeres cuyo lenguaje corporal les indica que están disponibles para una relación y luego responderles con signos de cortejo masculinos; y parte del éxito que muchas mujeres tienen con los hombres se relaciona con su habilidad para mandarle señales claras a los hombres que les interesan, para que estos se acerquen a ellas.


Y si a algunos hombres les cuesta tanto trabajo encontrar pareja, es porque no suelen darse cuenta de las señales de cortejo que las mujeres les envían; y si a algunas mujeres les cuesta tanto trabajo encontrar pareja no es porque no envíen bien sus señales, sino porque no encuentran un hombre que encaje con sus criterios y sencillamente no envían señales a nadie.

En sí parte del problema de los hombres es que no saben identificar esas señales de cortejo, pues tienden a confundir la amistad y las sonrisas con el interés sexual, por eso a veces dan un paso en falso o no se atreven a abordarlas.

Pues el proceso de atracción generalmente sigue el siguiente patrón:
1.- Contacto visual: Ella detecta al hombre que le gusta, espera hasta que el se percate de su presencia, mantiene su mirada por 5 segundos y acto seguido la aparta, el hombre la observa para ver si vuelve a hacerlo y así sucesivamente; este proceso de miradas es el que marca el inicio del coqueteo; toma en cuenta de que antes que él se percate de la mujer, generalmente esta tiene que mirarlo un promedio de 3 veces, y hay casos en los que él nunca se llega a a dar cuenta de que a llamado la atención de una dama.
2.- Sonrisa: Ella le regala un par de sonrisas fugaces, desgraciadamente muchos hombres no responden a ellas y la mujer se queda con la sensación de que el no siente ningún interés por ella.
3.- Pavoneo: Ella subraya su feminidad y él responde de igual forma, ambos mueven entonces los pies o el cuerpo entero en dirección del otro.
4.- Conversación: Él se aproxima e intenta iniciar la charla.
5.- Contacto: Ella busca una oportunidad para tocarle levemente el brazo, al igual que él, después la mano y por último el hombro, todo paulatinamente para saber si la otra se siente cómoda con ello; en algunos casos esta fase se cruza rápido al estrecharse la mano directamente.

Toma en cuenta que si ella se ha sentido atraída por él, generalmente tendrá las pupilas dilatadas, de ahí que las mejores citas siempre se den en lugares con luz tenue, porque al dilatarse las pupilas de ella por la falta de luz, el responderá de manera recíproca y sus pupilas también se dilatarán, dando principio así al proceso de cortejo; lo que pase después ya depende de ellos, pues la verdad es que en ocasiones alguien te atrae de lejos, y al tratarle no es como tu pensabas, finalizando así la relación o comenzando solo una bonita amistad.


Ahora bien, para subrayar su feminidad y llamar así la atención del hombre, ella generalmente utiliza uno de los siguientes 13 gestos y signos de cortejo, pues no basta con que una mujer te sonría para sentir que le has gustado, ya que muchas mujeres sonríen solo por educación o por nerviosismo:

1.- Agitar la cabeza hacia atrás y mover el cabello: De esta forma el cabello cae por encima de sus hombros o se aleja de su cara, además de que con ello exponen también su axila, liberando así feromonas.

2.- Humedecerse los labios y abrir ligeramente la boca: Ya que en la adolescencia la cara de la adolescente parece más gruesa y los labios más grandes y carnosos, el objetivo es recalcar esta etapa; además los labios genitales externos de la mujer son proporcionalmente iguales que los labios faciales, y cuando una mujer se excita sexualmente, sus labios, sus pechos y sus genitales aumentan de tamaño y cobran más color por el aumento del riego sanguíneo; de ahí que los tonos rojos subidos son los más atractivos y sensuales para los hombres.

3.- Tocarse: Cuando una mujer se acaricia lenta y sensualmente el muslo, la nuca o el cuello, les está diciendo al hombre que si juega bien sus cartas podrá tocarla de la misma manera.

4.- Dejar la muñeca muerta: Caminar o sentarse dejando la mano caída es una señal de sumisión en la que le indican al hombre que pueden ser dominadas.

5.- Acariciar un objeto cilíndrico: Un dedo, un cigarro, un anillo, una copa,… es una señal inconsciente de lo que puede estar pasando por su cabeza; y a la que el hombre puede responder acariciando algún objeto personal que ella tenga cerca, como unas llaves.

6.- Exponer las muñecas: Las mujer interesada las irá exponiendo a medida que su interés vaya en aumento, pues es una de las zonas más suaves de su cuerpo; para esto algunas mujeres perfuman su muñeca o alzan su cigarrillo, exponiendo con ello la parte inferior de ellas.

7.- Mirada oblicua por encima del hombro levantado: El hombro levantado es una imitación de la redondez del pecho femenino, y con la caída parcial de sus ojos por unos segundos el hombre tiene la sensación de ser mirado secretamente.

8.- Contonear las caderas: Cuando la mujer camina lo hace con un contoneo acentuado que subraya su zona pélvica debido a lo ancho de sus caderas, aquí solo lo exagera.

9.- La pelvis ladeada: Una mujer fértil tiene una relación cintura – cadera del 70%, cuando dicho porcentaje supera el 80% lo hombres comienzan a perder su interés en ella y al llegar al 100% lo pierden totalmente; lo que hacen con este método es subrayar ese porcentaje.

10.- El bolso muy cerca: El bolso de una mujer es como una extensión de su cuerpo, cuando una mujer encuentra a un hombre atractivo puede acariciarlo, pedirle que se lo pase, o incluso hacerle buscar algo en su interior; por lo que colocar el bolso cerca de él es una señal de interés.

11.- Señalar con la rodilla: Se coloca una pierna bajo la otra para que señale a la persona que les parece más interesante, además de que les da la oportunidad de exponer sus muslos sin problemas.

12.- La caricia del zapato: Balancear el zapato en la punta del pie, ya que sacando y metiendo el pie del zapato esto tiene un efecto fálico.

13.- Enroscar las piernas: Es la forma de sentarse más atractiva de la mujer, que al presionar una pierna contra la otra da el aspecto de un saludable tono muscular, además de ello la mujer puede también cruzar y descruzar sus piernas lentamente o acariciarse los muslos suavemente con la mano, indicando con ello el deseo de ser tocada.

Para finalizar, otra de las cosas que un hombre debe tomar en cuenta es que durante la ovulación las mujeres suelen ser más activas sexualmente, por lo suelen llevar vestidos más cortos y actuar de forma provocativa, y durante la menstruación hay algunas mujeres que se sientes incómodas ante los hombres, de ahí que una mujer puede actuar de forma muy diferente dependiendo del periodo en el que se encuentre.

Yo sé que parte de lo que he escrito tiene una gran conotación sexual y también se que lo he escrito para que lo lean básicamente jóvenes cristianos, pero lo he hecho así porque la Biblia trata estos temas de forma normal, ejemplo de ello es el versículo superior, y son más bien muchos de los pastores de jóvenes, quienes le dan a las cuestiones sexuales una forma pecaminosa y por eso evitan hablar de ellas; por eso te recomiendo que leas de forma completa el libro de Cantares, para que sepas lo que dice Dios sobre tú sexualidad.