domingo, 23 de julio de 2017

EL MIEDO A ENAMORARSE



Cada uno de los temas que estoy ahora publicando vienen en dos formatos, el video, para las personas que prefieran escuchar el mensaje y el artículo escrito para las personas que prefieran leerlo; en cualquiera de los dos casos espero que sea para ti de ayuda. El Señor Jesucristo te acompañe.

VIDEO



ARTÍCULO ESCRITO

EL MIEDO A ENAMORARSE

“… teniendo Absalón… una hermana que se llamaba Tamar, se enamoró de ella Amón… Y estaba… angustiado hasta enfermarse… “ (2 Samuel 13:1-2)

Y es que este joven, Amnón, estaba tan enamorado de su hermanastra Tamar, que prácticamente moría cada día un poco por ella, así de angustiado estaba, y es que así es el enamoramiento, el mismo estado en el que se encuentran los personajes del Cantar de los Cantares; porque básicamente este libro de la Biblia no habla del amor como tal, sino del enamoramiento, de ahí que encontremos dentro de sus páginas versículos como los siguientes:

“Hazme saber, oh tú a quien ama mi alma. Dónde apacientas, dónde sesteas al mediodía.” (1:7)

“Sustentadme con pasas, confortarme con manzanas; porque estoy enferma de amor.” (2:5)

“Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, si halláis a mi amado,
Que le hagáis saber que estoy enferma de amor.” (5:8)

“¡Cuán hermosos son tus pies… los contornos de tus muslos… tu ombligo… tu cuello… ¡Qué hermosa eres, y cuán suave, … “ (7:1-6)

Y es que, si observas detenidamente cada uno de ellos, es tal la fuerza que conllevan, que no fueron pronunciados por una persona que simplemente amaba, sino por alguien que estaba profundamente enamorado, de ahí frases como “Estoy enferma”, “Qué hermosa” o “Hazme saber”.

Porque amar no es igual a estar enamorado.

Saludos, mi nombre es César, y soy el teólogo que escribe el blog del Investigador Teológico.

Y hoy vamos a hablar sobre precisamente eso, el enamoramiento, y tratar de resolver algunas cuestiones básicas como:

¿Cuál es la diferencia entre amar y estar enamorado?
¿Qué es lo que sentimos cuando estamos enamorados?
¿Por qué los seres humanos nos enamoramos?
¿Qué tan peligroso es este estado?
¿Por qué hay personas a las que les da tanto miedo enamorarse que prefieren no hacerlo de manera total o parcial?
Y ¿Cuáles son las consecuencias de ello?

Empecemos entonces.

De entrada, aclaremos que enamorarse de alguien no significa que realmente ames a ese alguien, porque amar y enamorarse son cosas diferentes, el amor es un sentimiento que va surgiendo a través del tiempo entre dos personas, de la convivencia juntos, de la confianza entre ellos, de la admiración mutua y hasta de los problemas compartidos; mientras que el enamoramiento es más bien una cuestión neurológica, producida por una serie de sustancias químicas dentro del cerebro como respuesta a las estructuras mentales que se han ido formando dentro de nosotros a lo largo de la vida.

Y este proceso puede ser rápido, puede ser lento o puede darse de manera espontánea; y así como surge puede desaparecer, porque es una cuestión química no emocional.

De ahí que hay personas que de la nada y en cuestión de segundos, se enamoren perdidamente de alguien desconocido, no sabían ni quiera que existía, nunca lo habían visto, y simplemente se toparon con él, cruzaron algunas palabras, y minutos después sentían que era la persona de sus sueños y que sin ella su vida no podía seguir adelante.

O contrario a ello, existen personas que son amigos durante años, se tienen confianza, se respetan, se preocupan por los problemas del otro, pero son solo eso, amigos; y de repente un día sin casi percibirlo se dan cuenta que se han enamorado porque cuando la otra persona no está a su lado, mueren por su presencia.

Es más, hay casos en los que dos personas son obligadas de alguna manera a estar juntas, por ejemplo, en el trabajo, y se desagradan mutuamente, pero dadas las circunstancias tienen que hacer cosas juntas, de repente un día, una de ellas falta a sus labores, y entonces se dan cuenta que están enamoradas, porque surge dentro de ellas un vacío por la falta del otro.

Y que así es esto, las personas se enamoran en ocasiones cuando menos se lo esperan y de quien menos se lo esperan; hay está Amnón, el hijo de David, existiendo supongo miles de doncellas totalmente accesibles a alguien como él, tenía que enamorarse precisamente de su hermanastra Tamar, al grado de ni aún comer, pues por algo su primo le dice que ve que día con día adelgaza cada vez más.

Ahora, algo interesante que es bueno recalcar aquí, es que era tal la desesperación de Amnón por Tamar, que opto por violarla, pero después de haberla violado, surgió en él un odio tan grande, que hasta cierto punto podría parecer irracional; pero no, no es así, porque Amnón no amaba a Tamar, solo estaba enamorado de ella.

Si la hubiera amado verdaderamente, no hubiera pasado eso, porque el amor es un sentimiento más estable y tranquilo, que generalmente aumenta de manera progresiva y lenta conforme las personas comparten sentimientos y situaciones; y lo mismo, no se acaba de un momento a otro, va disminuyendo poco a poco conforme las circunstancias lo ameritan, a veces disminuye un poco y luego vuelve a subir, pero todo paulatinamente.

Y el enamoramiento no es así, puedes estar perdidamente enamorado hoy de alguien y días después aborrecerlo con todas tus fuerzas, o puedes no sentir prácticamente nada por alguien por años y de repente un día sentir que no vives sin esa persona.

Porque el enamoramiento no es una cuestión emocional ni sentimental, sino una cuestión fisiológica en la cual diversos químicos dentro del cerebro aumentan y disminuyen de una manera tal que logran que nuestras emociones se disparen, y es debido a ello que la alegría, la tristeza, la ira, la euforia, los celos y la desesperación que se sienten en un estado así son tan intensos y tan cambiantes.

Para que me comprendas mejor, estar enamorado es como subirse a una gran montaña rusa, donde por momentos el vagón en el que vas se mueve de manera tranquila y sientes una inmensa paz, pero en otros las emociones se disparan y sientes que prácticamente tocas el cielo de la pasión o el éxtasis, o en otros caes en picada y la desesperación o la tristeza que sientes son inmensas, así que, de estar casi en el cielo bajas hasta el suelo, y todo esto en cuestión a veces hasta de segundos.

Es tal la intensidad de estos estados, que aún cuestiones vitales como son el sueño o el apetito se alteran notablemente, y los sentimientos son tan intensos que es normal que surjan frases como “estoy enfermo de amor”, “me muerto por ti” o “sin ti siento que la vida no vale nada”.

Yo, por ejemplo, tengo un amigo que ahora ya es casado y padre de familia, pero hace mucho tiempo cuando era joven, andaba tras una chica que nunca le hizo caso y en ocasiones hasta lo ofendía o denigraba para quitárselo de encima, porque realmente no le agradaba como pareja; y él varias me dijo: “Es que no comprendo porque me siento tan inmensamente triste, ni si quiera cuando mi padre murió sentí tal aflicción”.

O conozco alguien en la iglesia, que se volvió adicto a las drogas, precisamente por una desilusión amorosa, claro, no fue solo eso, porque si no, una gran parte de la población estaría sumido en ellas debido a eso, pues casi a todos en menor o mayor grado algún día alguien nos lastimó; pero sí, con un trasfondo como el suyo, las condiciones se dieron para que una herida así lo orillara a algo tan grave.

Y es que estar enamorado es hasta cierto punto similar a estar drogado, porque químicamente las sustancias producidas dentro de él en un estado así, son las mismas que se producen al consumir algunos estupefacientes.

Será por eso entonces que aún con todos sus inconvenientes, estar enamorado es una de las cosas más bellas de la vida, prácticamente no tiene comparación, pues lo niveles de placer, éxtasis y alegría que puede llegar a provocar superan con creces a casi todos los placeres de la vida, aún al sexo mismo.

Por eso es que la gente enamorada hace generalmente cosas que en condiciones normales no llevaría a cabo, entre ellas casarse, si casarse.

Y es que casarse no es malo ni desagradable, pero es muy complicado; en principio porque a los seres humanos nos gusta ser independientes, y una de las primeras cosas que te limita el estar casado es precisamente eso, la libertad.

Si, a primera vista se oye muy bonito el tener alguien a tu lado para compartir todos los bellos momentos de la vida, despertar junto a alguien todas las mañanas y tener sexo sin culpa todas las veces que se te antoje.

Pero entre lo primero que pierdes es parte de tu libertad, y si a eso le agregas todas las cuestiones y problemas económicos que conlleva, la inmensa responsabilidad que el matrimonio representa, la familia política, y todos los pormenores con los hijos; ten por seguro que si no fuera porque las parejas se enamoran, la mayor parte de ellas preferiría no casarse.

Para que, si se puede vivir solo y feliz, compartiendo solo una parte del tiempo de tu tiempo con quienes tú quieras, es más, si quieres con varias personas diferentes al mismo tiempo, por el tiempo que tú quieras, para después irte y seguir tu vida como si nada.

Pero gracias a que las personas se enamoran, eso no sucede generalmente, pues al enamorarse acontecen varias cosas, entre las primeras está que engrandeces al ser amado, es decir, que no le ves defectos, aunque si los tiene, pero no se los ves; entonces pasa lo segundo, que le das un significado especial, ya que desde tu punto de vista NO hay nadie en este mundo igual a esa persona, nadie; y viene entonces lo tercero, como no hay nadie en este mundo igual a él, entonces concentras toda tu atención en esa persona, y no te fijas en nadie más.

No te la puedes quitar de la cabeza, te desbocas en euforia cuando estás a su lado, sientes una inmensa energía en todo lo que haces, y más que ganas de hablar con ella, lo que tienes es un ansía y una necesidad enormes por comunicarte y estar junto a esa persona; al grado que cambias tus prioridades, tus costumbres, tu manera de vestir y en ocasiones hasta tus valores y el lugar donde radicas.

Pues cuando esta persona falta la desesperación, el abatimiento, la tristeza, la ira, el ardor y los celos, se acrecientan a niveles casi insospechables; y ya que cuando las personas están junto a su ser amado se sienten tan bien y cuando no están junto a él se sienten tan mal, pues optan por casarse.

Y ya que el enamoramiento no es un estado permanente, sino que tiene una duración de entre nueve y dieciocho meses aproximadamente, en casos normales, esto le da a la pareja el tiempo suficiente para salir con la persona que aman, casarse y embarazarse de su primer hijo, lo cual en gran parte de los casos asegura la unión de la pareja por lo menos por unos cuantos años más.

Si, se que como cristiano debo decir que el matrimonio es algo que debe durar toda la vida, pero también soy realista, y sé que en la práctica cada día los matrimonios duran menos; y una de las bases para que este se realice es que las parejas se enamoren, porque cuando no se enamoran a veces ni parejas son realmente, solo son pares de personas independientes que viven bajo el mismo techo y comparten algunas cosas juntos.

Así pues, esa es precisamente la razón de ser de que las personas se enamoren, el que se sientan tan atraídas por el otro, al grado de hacerse indispensables, que terminen casándose y criando nuevas generaciones.

Y si, el enamoramiento no es eterno, pero más que terminar, lo que le sucede es que al paso de los meses se transforma en algo a lo que los expertos le han llamado apego; el cual es una especie de amor ya más estable y tranquilo, en el cual las emociones ya no se disparan tan rápido, pero aún se sigue sintiendo un aprecio especial por la pareja y una necesidad de estar con ella.

Si el proceso ha sido satisfactorio, cuando el enamoramiento ha prácticamente terminado y dado lugar al apego, la pareja está ya casada o por lo menos formalmente comprometida y ella está ya embarazada o por lo menos contemplando el momento en el que tendrán hijos; lo cual da como consecuencia que, al haber ya un plan común para ambos, la pareja no se separe en busca de otra pareja, sino que a la larga termine engendrando más hijos y uniéndose cada día más.

Desgraciadamente en casi toda América Latina hay cada día más gente soltera madura dentro de las iglesias cristianas, hermanos y hermanas que están ya casi en el límite de su tercera década de vida, y no se han casado; y el problema no es en sí que no se hallan casado, pues aún el mismo apóstol Pablo menciona que sería bueno quedarse así para evitar inconveniencias de diferentes tipos a la larga, el problema está en que quieren casarse y nomás no hallan según ellos con quien.

Y aunque el problema es complejo y sigue ciertas pautas culturales que nada tienen que ver con la iglesia, lo cierto es que una de esas causas es que entre mayor edad tiene una persona, le es más difícil enamorarse de manera total.

Observa para esto por ejemplo a los adolescentes, muchachas sobre todo y muchachos de 15 o 16 años, que se enamoran perdidamente de alguien y contra todo pronóstico y razonamiento se casan y embarazan sin que haya freno que los pare.

Después ve jóvenes de 21 o 22 años que también se enamoran, pero que, a diferencia de los adolescentes, están ya por terminar una carrera universitaria o han comenzado ya su etapa laboral, así que, en vez de casarse de manera casi espontánea, planean primero las cosas de la manera más rápida posible y se casan.

Luego ve ya a jóvenes de 25 o 26 años, que obvio se enamoran también, solo que estos tienen ya generalmente un plan de vida concretado y adaptan sus vidas laborales y profesionales a su futuro estilo de vida con anticipación, tardan generalmente un poco más de tiempo en ponerse de acuerdo con su pareja sobre los detalles de su futura vida, pero finalmente se casan y tienen hijos.

Y ahora sí, ve lo que sucede con los jóvenes ya maduros que tienen más de 28 o 29 años de edad, de entrada, la mayor parte de ellos ya no tienen cabida en la mayor parte de grupos de jóvenes de las iglesias, que, aunque en ocasiones llegan a admitirlos hasta la edad de 30 años, no se adaptan ya a su manera de pensar, pues estos son ya prácticamente adultos, no piensan como los muchachos, solo que no se han casado.

Y sumado a esto, y a diferencia de, por ejemplo, los adolescentes, ellos en su mayoría tienen ya una serie experiencias amorosas buenas y malas, que generalmente son más malas que buenas, por eso no se casaron con nadie; algunos fueron heridos sentimentalmente en varias ocasiones o de manera grave, muchos sufrieron traiciones o decepciones amorosas; y además se han hecho cada día más exigentes.

Si los hombres antes solo querían una chica bonita como pareja, ahora quieren que sea educada, elegante, profesionista y mil atributos más; y las mujeres, que antes les bastaba con que el chico fuera medio guapetón y divertido, ahora quieren que gane un buen sueldo, que sea un buen cristiano, que le gusten las labores domésticas y si se puede hasta que sea virgen de labios, o sea, que a sus 35 años nunca halla besado a nadie.

Con todo esto como trasfondo, una buena parte de estos jóvenes maduros, le han tomado ya al enamoramiento cierto miedo o por lo menos precaución, en parte porque ya conocen dicho estado.

Y ellos saben que al estar enamorados no solo al pasión, gozo y felicidad del momento son abundantes, sino que los momentos de tristeza, desdicha y soledad que dicho estado provoca son también inmensos, y que en ocasiones esto es muy peligroso, pues las cosas pueden llegar a salirse de control, al grado que no solo se puede morir de amor literalmente, sino que también se puede matar por amor.

Y es que estar enamorado si es peligroso, pues si las cosas no salen como esperabas, el estado emocional en el que caes puede llevarte no solo a la depresión o el suicidio, hay quienes han terminado totalmente trastornados en un psiquiátrico, hay quienes han sufrido paros cardíacos o embolias, hay quienes han cometidos graves delitos con tal de ser aprobados por la pareja, como el tráfico de drogas o el secuestro, hay quienes han matado por celos y tal vez lo peor, hay quienes se han casado con la persona incorrecta y han tenido que vivir una vida entera de golpes y maltratos casi inimaginables.

Así que, para evitar todos estos inconvenientes, una buena parte de ellos opta por no enamorarse o hacerlo de manera parcial, así en el momento que creen que las cosas se salen de control, como paso en la historia de Amnón y Tamar, pueden zafarse de dicha relación de una manera relativamente fácil y sin tantos inconvenientes sentimentales.

Y es que si vemos bien la historia bíblica con la que comenzamos, eso fue precisamente lo que le pasó a Amnón, estaba tan enamorado, que perdió el control de sus acciones y terminó finalmente siendo asesinado por su hermanastro Absalón.

Pero aquí hay un detalle, no fue solo el estar enamorado lo que provocó la muerte de Amnón, sino toda una serie de malas decisiones, que van desde una maldición, un padre ausente, una violación, rechazo, falta de disciplina y hasta un mal consejero, lo que provocaron su muerte.

Porque la Biblia no te detalla la historia para decirte que no te enamores, sino para que dedicarle un libro entero como lo es el Cantar de los Cantares a este tipo de estado fisiológico.

Lo que te dice realmente es que cuando tu trasfondo familiar y social tiene muchas fallas, como, por ejemplo: tu familia sufre algún tipo de maldición generacional, has tenido la falta de alguno de tus padres, hubo violencia intrafamiliar en tu infancia, te has juntado con malas compañías, no eres disciplinado, … y muchísimas más.

Entonces si corres peligro, lo cual no significa que no debes enamorarte, solo que debes tratar primero estos problemas de manera adecuada antes de hacerlo, para así cometer menos errores.

Si, tú puedes optar por no enamorarte o por solo hacerlo de manera parcial, si así lo deseas.

Esto en los hombres generalmente sucede después de los 34 o 35 años de edad, muchos de ellos han sufrido ya para este momento varias decepciones amorosas, incluyendo en algunos casos algún tipo de estafa por parte de una mujer, tienen ya una forma de vida estable e independiente, algunos han comprado ya varios tipos de bienes, se han acostumbrado a estar solos, … Que el solo pensar en sufrir otra vez los inconvenientes del enamoramiento y perder la libertad que han alcanzado, les hace pensar dos veces caer otra vez de nuevo en lo mismo, y prefieren generalmente evitarlo, y pensar que si se da de repente que bueno y si no también.

En el caso de las mujeres es un poco diferente, más o menos después de los 28 años, aquellas que no han conseguido una pareja estable, no pierden la esperanza de tenerla, pero deciden generalmente que ahora si van a tener más cuidado con quien eligen, así que cada que se enamoran, porque sí se enamoran, regulan el proceso, cuando sienten que la flama se está apagando le echan más leña al asunto, y cuando sienten que el control se está perdiendo lo frenan.

A primera vista el asunto no se ve tan mal, es más, hasta cristiano parece, porque el desenfreno nunca ha sido bien visto en la iglesia, solo que hay un problema, los hombres detectan de forma inconsciente muchas veces y otras de manera consciente, cuando una mujer hace esto y tienden entonces a darle largas al asunto o a simplemente alejarse.

Ejemplo de ello, son esos noviazgos de iglesia, donde ya han pasado 3 o 4 años de relación y el asunto nomás no se concreta, él su vida, ella su vida, eso si, muy respetuosos uno con el otro, pero nomás no se ve para cuando es la boda; no niego que algunos de ellos llegan a formalizar el asunto, pero son los menos, pues generalmente aparece siempre un tercero, y para la edad que ambos tienen lo más seguro es que sea una chica más joven, más alegre, más entusiasta, dispuesta a enamorarse perdidamente y sin muchas exigencias; así que el día menos pensado él simplemente corta con la novia de años y en cuestión de semanas a veces ya está casado.

Es más, para que veas como se dan las cosas, te voy a contar una historia real; tengo un conocido, que es pastor ahora, que cuando era joven salía con una muchacha relativamente hermosa, el tiempo pasaba, pero el asunto era realmente frío, más que como pareja se veían a simple vista como compañeros de oficina; de repente ya sabrás, apareció una chica más joven y con chispa, y casi de manera inmediata el cortó la relación con la otra y en cuestión de días estaba ya casado.

Y fue hasta entonces que todos nos dimos cuenta lo mucho que está joven estaba enamorada de él, pues realmente estaba desconsolada, no comía, lloraba, andaba todo el día con la cabeza abajo, sentía que se moría prácticamente; pero quien iba a saber que lo amaba tanto si nunca lo demostró, es más, yo creo que si este conocido lo hubiera sabido, desde tiempo atrás se hubiera casado con ella; pero como iba a saberlo si ella tan recatada.

Entonces, a que llegamos con todo esto, enamorarse tiene un fin, por algo fue creado por Dios y se le dedico prácticamente todo un libro de las Escrituras; y dicho fin es conseguir que una pareja tenga su primer hijo, de preferencia dentro del matrimonio, pero si no se da así, finalmente su fin es el mismo, de ahí que dure aproximadamente hasta 18 meses, es decir, el tiempo suficiente para la unión y el embarazo de la pareja.

Si este tiempo es superado sin que la pareja formalice de alguna manera, el riesgo de que esa pareja nunca llegue a nada es muy grande, por eso si tienes ya más de un año dentro de una relación y no sucede nada, lo mejor es que te olvides del asunto y busques a alguien más, en vez de estar perdiendo tu tiempo con esa persona.

Si eres muy joven no hay problema, te puedes enamorar fácilmente tantas veces como sea posible, y con la ayuda de Dios en algún momento encontrarás a la persona adecuada y te casarás, si, sufrirás, a todos nos pasa, pero si tu trasfondo es el adecuado o has tratado con profesionales tus heridas emocionales pasadas, no pasa nada, ni te vas a morir ni vas a matar a nadie; es más, las experiencias que vivirás serán tan vívidas y hermosas que seguramente hasta tu último día aquí en la tierra las recordarás con una gran sonrisa, pues estar enamorado es algo incomparable, en serio, lo que se vive y se siente estando dentro de un estado así, es prácticamente insuperable.

Cómo será de grato, que gente deprimida sale de la depresión, adictos dejan las drogas, gente floja se pone a estudiar y trabajar, hay quienes hasta cirugía plástica se hacen o cambian de giro en su negocio, con tal de complacer al ser amado.

Ahora bien, si no eres tan joven, y entiéndelo, en el hombre son más o menos los 34 años y en la mujer los 28 años; decide entonces, no te enamoras ya más y optas por quedarte solo o sola, y ni causas problemas a nadie, ni nadie te los causa a ti.

O te enamoras de manera completa, si, vas a sufrir, siempre se sufre, es parte de, es más, lee completo el Cantar de los Cantares durante 7 días, para que te des cuenta que te correspondan o no, siempre se sufre, siempre. Pero no importa, seguramente te casarás y en algún momento el enamoramiento se irá transformando en apego y te estabilizarás emocionalmente, y ya.

Porque si lo haces de manera parcial, aunque llegue la persona indicada para ti, aquella que Dios ha elegido para que comparta contigo su vida, seguramente o no te darás ni cuenta de que pasó por tu vida, o se terminará alejando de ti y optará por alguien más entregado.

Mientras que tu sigues solo o sola, o terminas casándote en una relación aburrida y monótona, donde más que amor, se está por costumbre; y sí, aunque algunas de estas relaciones duran toda la vida, pues yo sé de varias, realmente nunca tienen esa chispa que tienen las parejas que un día se enamoraron perdidamente. Entiendes.

Que me queda ahora, pues solo agradecerte mi hermano o hermana por leer o escuchar este mensaje, espero te sirva a ti o a alguien más que conozcas, y el Señor este a tu lado y te guíe por el camino correcto.