"Y
dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec;
mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi
mano." (Éxodo 17:9)
En la vida cristiana muchas son las peleas en las que se combate espiritualmente, pero desgraciadamente en muchas de ellas la batalla se pierde.
Esposas que se van de casa con otro hombre dejando en ocasiones hasta a sus hijos, y nunca vuelven; enfermos mentales que nunca regresan a la normalidad, aún después de haber orado por ellos durante años; jóvenes que cansados de esta vida terminan sus vidas en el suicidio, ...
Y es que aunque a la mayoría de nosotros se nos ha enseñado que somos victoriosos y que el enemigo ya tiene la batalla perdida, eso no pasa siempre.
¿Porqué?
De eso trata este video, porque tener las armas correctas como la oración o el ayuno no siempre es suficiente, también se necesita de un plan para ganar.
