viernes, 12 de mayo de 2017

LOS BUENOS CRISTIANOS CUIDAN SU SALUD



Cada uno de los temas que estoy ahora publicando viene en dos formatos, el video, para las personas que prefieran escuchar el mensaje y el artículo escrito para las personas que prefieran leerlo; en cualquiera de los dos casos espero que sea para ti de ayuda. El Señor Jesucristo te acompañe.


VIDEO





ARTÍCULO ESCRITO

Que tal, saludos, mi nombre es César, y soy el teólogo que escribe el blog del Investigador Teológico.

Hoy quiero hablarles sobre algo que pocas veces relacionamos como cristianos en nuestra vida: La salud física, la comida, el ejercicio y nuestro nivel espiritual.

Y es que generalmente nunca relacionamos la salud de nuestro cuerpo con  cuestiones espirituales, porque estamos tan acostumbrados a escuchar mitos cristianos tales como:
- Lo que importa es el interior de la persona, y no lo externo.
- Esta solo es carne, pero lo que vale realmente es el espíritu.

Que nos han hecho creer que versículos como 1 Timoteo 4:7-8, donde dice: "... Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha...", nos enseñan que no debemos dedicarle ni tiempo ni cuidado a nuestro cuerpo físico, sino solo a nuestra alma y nuestro espíritu.

Y es por esas causa que tenemos congregaciones cristianas donde sus pastores son expertos en la Palabra, pero están sumamente gordos y enfermos de diversas cosas como gota, el corazón, la presión arterial o diabetes; y que cuando menos pensamos, ya están hospitalizados o han sufrido alguna embolia, un paro cardíaco o un derrame cerebral.

O tenemos grupos de jóvenes, y yo conozco algunos, donde la mayoría de estos tienen ya sobrepeso, a edades tan tempranas como los 15 o 16 años, y si a esto le agregamos que no se arreglan adecuadamente, no se cortan el cabello, no se arreglan las uñas, no se perfuman; y luego como si esto no bastara, se visten con el mismo tipo de ropa que se viste su abuelita; como queremos entonces que ganen a la juventud de esta época para Cristo, si lo que menos quiere el joven de hoy en día es entrar a un lugar con gente así y mezclarse con ella.

O peor aún, grupos de damas, donde la mayoría de ellas, aún las jóvenes, tienen por lo menos 10 o 15 Kg de sobrepeso, sino es que hay quienes fácilmente superan los 30 o 40 Kg de sobrepeso; ah, pero eso sí, el día en que el esposo de alguna de ellas le echa ojo a una de las filisteas que todos los días andan por las calles, arman todo un show, como si ellas no tuvieran nada que ver en el asunto y fueran inocentes, siendo que algunas de ellas tienen tanto sobrepeso que ni siquiera pueden embarazarse debido a ello.

Y es que no me malinterpreten, yo NO estoy diciendo que versículos como 1 Timoteo 4:7-8 que ya mencionamos anteriormente, no sean ciertos, lo que estoy diciendo es que agarrar un versículo de la Biblia como este, aislarlo de las demás partes de la Escritura, y hacer solo de él toda una enseñanza, no es precisamente lo más adecuado, porque 1 Timoteo 4:7-8 NO enseña que hacer ejercicio físico sea malo, lo que realmente dice al relacionarlo con otros versículos de la Biblia, es que el ejercicio físico no debe ser nuestra prioridad en la vida, sino que lo más importante en nuestra vida debe ser nuestra vida espiritual, pero que una vez ejercitada esta, SÍ podemos hacer ejercicio físico.

Para que me entiendas bien, te muestro un ejemplo; lo que dice este versículo es que si tu eres un buen cristiano, todos los días al levantarte, lo primero que debes hacer no es irte a correr o subirte a la báscula y luego a la escaladora, sino abrir tu Biblia y leerla, pero que una vez que lo hallas echo, porque es tu prioridad ejercitar tu vida espiritual, ahora sí, puedes irte a hacer ejercicio físico.

Es más, a tal grado es cierto esto, que la Biblia siempre te instará a que ayunes, es decir, a que controles la comida que entra a tu cuerpo, porque con ello, que es una cuestión física realmente, elevas tu nivel espiritual, pues con ello le demuestras a Dios que el que tiene el control sobre tu vida, no el alimento sino tu devoción a Él.

Y es que no puedes decir precisamente, que eres un cristiano ejemplar, si cada que te sientas a la mesa te comes 15 tortillas, 3 piezas de pan, medio Kg de carne, pasta en abundancia y 2 Lt de refresco, sino es que hasta una rebanada de pastel le añades de postres y una gelatina.

Desayunas, almuerzas, comes, meriendas y cenas de una forma similar todos los días; y después de eso le dices al mundo que eso no importa, porque lo importante es el interior y que esta carne solo es carne; pero el mundo no te cree, porque lo que en verdad le estas diciendo al mundo con tu actitud es que aunque te la pasas hablando de cuestiones espirituales, lo que realmente importa en tu vida, no es Dios sino tu comida y que siendo que hablas y hablas de auto control, tú no puedes controlar ni siquiera lo que comes.

Ahora bien , llegados a este punto, tu ya te estarás preguntando si yo tengo alguna base escritural para lo que estoy diciendo o solo es una cuestión lógica de la que estoy hablando, bueno, pues entonces vayámonos al mismo libro que yo espero leas todos los días, la Biblia.

Abrámosla en el libro del profeta Daniel capítulo 1 versículo 8, donde dice: "Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía".

Ahora veamos el versículo 12 del mismo capítulo del libro de Daniel, donde dice: "Te ruego que... nos des legumbres a comer, y agua a beber".

Y por último leamos el versículo 17 de ese mismo capítulo, donde dice: "A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños".

Saben. muchas ocasiones a lo largo de mi vida me pregunté que tenía que ver que Daniel hubiera comido legumbres y tomado agua con que con ello Dios hubiera estado a su favor, que no era mejor que comiera una comida más nutritiva como la del rey, que haber comido solo legumbres y tomado agua; además, los judíos a diferencia de los cristianos mexicanos, siempre han bebido vino, qué tenía de malo beber el que le daba el rey.

Pero un día orando sobre este tema, el Señor me reveló lo siguiente: "Daniel tuvo que hacer esta dieta, porque YO necesitaba que tuviera las fuerzas necesarias para llevar a cabo el proyecto que tenía para él".

Y entonces comprendí: El cuerpo es muy importante, porque con él es con el que te mueves para servir al Señor, si este no funciona bien, no puedes completar adecuadamente la tarea que se te encomiende; además, como irías a la iglesia si no tuvieras pies, como cantarías si no tuvieras boca, que manos alzarías si estas no estuvieran; es con tu cuerpo con el que haces todo esto, y solo tienes un cuerpo, nunca tendrás otro, así que debes cuidarlo.

Por eso Efesios 5:29 dice: "Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia".

Observa bien este versículo y ve como Dios en su Palabra compara a la iglesia no con el alma o el espíritu, sino con el cuerpo físico; notas ahora su importancia.

Por eso era tan importante que Daniel no se contaminara no solo espiritual sino también físicamente con la carne que venía de parte del rey y con su vino, parte de la cual seguramente era carne de cerdo, carne que a los judíos les fue prohibido comer; y que en vez de eso comiera legumbres y bebiera agua para purificar su cuerpo de diversos tipos de toxinas, porque un cuerpo limpio en su interior es un cuerpo más sano, más resistente, más fuerte y más ágil.

Y si, comer todo tipo de comidas en grandes cantidades y beber todo tipo de bebidas, tal vez a simple vista pareciera que no afecta tu vida espiritual; pero según lo que hemos leído en el libro del profeta Daniel, no es cierto, pues la forma en la que tu manejas lo que ingieres refleja lo que hay en tu corazón; porque de entrada a Dios no le gusta la glotonería, al grado que la compara con la borrachera y la zanganería.

Proverbios capítulo 23 y versículos 20 y 21 dicen: "No estés con los bebedores de vino, ni con los comedores de carne; porque el bebedor y el comilón empobrecerán, y el sueño hará vestir vestidos rotos".

Además, si no puedes controlar ni siquiera la cantidad de comida que ingieres, no será tal vez eso solo es un reflejo de lo que realmente amas en este mundo, pues Mateo capítulo 6 en el versículo 21 dice: "Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón".

Y añadido a esto, y más importante aún, entiende, tu cuerpo no es solo un cuerpo, es un templo; 1a. de Corintios capítulo 6 versículo 29 dice: "¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo..."

Ves ahora la importancia de cuidar el cuerpo que Dios te dio, por eso es precisamente que Daniel y sus amigos después de elegir su alimentación agradaron tanto a Dios, que les dio sabiduría e inteligencia sobrenatural, además de que obviamente un cuerpo sano da como consecuencia una mente sana que piensa más claramente, recuerda mejor las cosas y razona de forma más rápida.

Y es que a Dios no le agradan los borrachos y tampoco los zánganos, al igual que los glotones; porque ninguno de ellos tiene básicamente control sobre sus vidas, y ceden este control a algo más, como lo es el alcohol, el sueño o la comida.

Y más bien entonces, lo que a Dios si le agrada, es la gente que se esfuerza, que sabe poner límites a sus deseos, que se cuida.

Pero si tu no has echo nada hasta el momento en este aspecto, tampoco te culpes ni te preocupes, Dios te ama; así que puedes empezar hoy mismo a cuidar de ese cuerpo que Dios te dio:
- Ve al doctor a un chequeo general y a que te asigne una dieta adecuada.
 y un plan de ejercicios correcto.
- Llévalo a cabo de manera adecuada y si te da algún medicamento para que controles alguna enfermad en específico, hazlo, Dios está contigo, así tendrás una mejor calidad de vida.

Y no está de más decirlo, tú eres sabio y tienes la mente de Cristo, 1a. de Corintios 2:16, esto no significa que por cuidar tu alimentación o hacer ejercicio, dejarás de leer tu Biblia, orar 3 veces al día al igual que lo hacía Daniel o ya no ir a tu congregación, tu sabes que lo espiritual es prioritario, entiendes verdad.

Al contrario, cada día debes ser un mejor cristiano, tanto interior como exteriormente; por eso es que, si añadido a esto, además de crecer espiritualmente y cuidad tu salud, mejoras tu apariencia personal, pues que mejor; recuerda que eres un embajador del Reino de los cielos, 2a. de Corintios 5:20, me entiendes, un representante de los intereses del cielo aquí en la tierra; por eso es bueno que:
- Te arregles el cabello de acuerdo a lo que seas, hombre o mujer.
- Seas pulcro no solo por tu apariencia sino también por cuestiones de salud.
- Dejes de vestir como vestía tu tatarabuelita y te actualices dentro de los límites adecuados.
- Lleves siempre limpios los zapatos.
- Y además lleves siempre en el rostro dibujada una linda sonrisa.

Que cuando la gente te vea, no vea en ti al clásico cristiano, serio, aburrido, gordo y mal vestido, que no tiene ni siquiera temas de conversación para hablar con él y que obvio, nadie quiere tratar; sino que vea a un hijo de Dios, sabio, de buen porte, agradable, sonriente; con quien dan ganas de charlar un rato, momento para lo cual tu aprovecharás obviamente para hablar del Dios grande, fuerte y amoroso al que sirves.

Pues que más puedo decir sobre el tema, solo que espero hallas entendido mi punto de vista.

Hasta luego.