Éxodo 33:11 "Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero.”
Juan 1:18 “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.”
Si relacionamos estos dos versículos sin sacarlos de su respectivo contexto podemos preguntarnos:
¿Si a Dios nadie le vió jamás entonces con quién platicaba Moisés?
¿Será que a quién nadie a visto jamás es a Dios Padre?
¿Será que entonces Moisés hablaba con Dios Espíritu Santo?
¿O será que Jesús el Dios Hijo no solo fue el representante del Padre en el Nuevo, sino también en el Antiguo Testamenteo?
¿Y si esto es cierto, importará entonces con cual de las tres Personas de la Trinidad hablas cuando oras?
¿Qué asuntos serán entonces los que debes tratar con el Padre, y cuáles serán los que debes tratar con el Hijo?
¿Podrás orar entonces al Espíritu Santo como tal?
¿Será entonces que algunas de las peticiones que presentamos ante Dios en nuestra vida diaria no son contestadas porque no hablamos con la Persona correcta?
