miércoles, 16 de noviembre de 2011

PASTORES QUE ABUSAN


Una de las contradicciones más extrañas dentro de ALGUNAS iglesias evangélicas, es que por un lado critican duramente al papado de la iglesia católica como forma de gobierno, pero en la práctica ellos mismos operan como pequeños Vaticanos, ya que a su interior existen líderes incuestionables rodeados de una serie de subalternos supersticiosos que se caracterizan por decir “si” a todo lo que su pastor diga, sea bueno o sea malo, así como a cerrar sus ojos ante cualquier injusticia que él cometa.

En realidad estos hombres son pequeños dictadores que fingiendo ser pastores preocupados por el pueblo de Dios, seleccionan cuidadosamente a sus víctimas, para posteriormente buscar la manera de aprovecharse de ellas, llegando con el tiempo incluso a incurrir en conductas criminales como estafas o violaciones sexuales.

Y no es que todos ellos sean malos, es que en el momento que la iglesia vea que un siervo de Dios comienza a incurrir en ilícitos debe corregirlo inmediatamente o destituirlo y si por eso tiene que terminar su vida como taxista o aprender otra profesión para ganar su sustento, la culpa es suya solamente, pues finalmente el resultado no es mas que la consecuencia de sus propias decisiones.

No es queramos juzgarlos, pues que somos TODOS en el cuerpo de Cristo, sino ex - pecadores arrepentidos, lo que pretendemos es que se alineen, pues por ningún motivo se pueden anteponer los intereses personales de alguien por encima de la seguridad de todos sus demás hermanos; o no has considerado que cuando un ministro se la vive robando o cometiendo inmoralidades sexuales, y te dice que no debes juzgarlo, lo que realmente te está diciendo es que le dejes seguir pecando, convirtiéndote así en su cómplice.

Seres como estos no son algo nuevo en la historia de la iglesia, ya en el Nuevo Testamento habla de un tal Diótrefes.

“Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia.” (3 Juan 1:9-10)

Porque han de saber que uno de los métodos favoritos de este tipo de líderes es la presión psicológica, en la cual aquellos hermanos que se oponen a sus fechorías son generalmente atacados desde el púlpito, acusándoseles de ser “ovejas rebeldes”, de “predicar falsas doctrinas” o de “no tener a Dios” para tratar así de someterlos; pero esta no es la forma en la que Jesús mantenía la disciplina entre sus discípulos, pues aunque los corregía siempre les enseño con amor y con su ejemplo, que las Escrituras y el Padre eran la MÁXIMA autoridad.

Por eso es que toda congregación requiere de mecanismos de rendición de cuentas, a fin de poder supervisar a sus pastores; el problema con este tipo de líderes es que evitan mencionar aquellas partes de la Biblia donde se habla de esto, pues le conviene más hacerles creer a sus hermanos que lo que Dios enseña es que deben obedecerles en todo, sin cuestionarlos, provocando así en ellos un temor supersticioso a “no tocar”, es decir, a no desobedecer ni cuestionar a su “ungido”, por temor a ser castigado por Dios con terribles males.

Pero, ¿castigará realmente Dios a aquellos que se atrevan a desenmascarar a este tipo de hombres, cuando las vidas de sus amados hijos y sus recursos son sacrificados?

Aún Pedro, cuando actuó contrariamente a la verdad del evangelio, fue reprendido por Pablo duramente, sin importar que su tiempo en el ministerio hubiera sido menor que el de Pedro, y esto no fue a solas ni con palabras suaves para no ofender su ego, sino en público, sacando el asunto a la luz delante de toda la iglesia; más no por ello la Biblia menciona que Pedro se halla enojado, al parecer acepto su error y corrigió su conducta sometiéndose a las Escrituras.

“Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba… aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos… ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?...sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo” (Gálatas 2:11-16)

Y si un legítimo apóstol de Jesucristo, que vivió y caminó con él, fue cuestionado y enfrentado por un ex - perseguidor de la iglesia; como no podrá serlo cualquier otro apóstol, profeta, evangelista, pastor o maestro que actúe en contra de la verdad por; por lo tanto no solo es nuestro derecho, sino aún nuestra obligación como creyentes confrontar y denunciar a todo aquel que diciéndose ministro, pretenda usar la Palabra de Dios para obtener cualquier tipo provecho laboral, económico, sexual o de otra índole de aquellos a quien supuestamente debería servir.

Por ello no debemos temer el que Dios nos reprenda cuando cuestionamos las acciones de un líder así, pues finalmente cuando un ministro se comporta de esta manera, el que está en rebeldía es él y no uno, pues el genuino carácter cristiano no es el del individuo pasivo que apoya moral y económicamente a un líder que se aprovecha de las ovejas del Señor, sino el de aquel que no participa en tales abusos, pues la Palabra dice:

“Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.” (Efesios 5:11-12)

“Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe, no atendiendo a… mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.” (Tito 1:13-14)

Además recuerda que en una sociedad moderna como la nuestra si tu congregación no te apoya en el caso de un ílicito, aún existen asociaciones no gubernamentales en esta área como las cominisiones de derechos humanos, que te ayudarán en caso de ser necesario.

No te hagas cómplice de este tipo de líderes, si quieres hacerte cómplice de alguien, hazlo de Jesucristo, para predicar su mensaje y dar apoyo a los más desprotegidos.