“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella” (Efesios 5:25)
"Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor." (Colosenses 3:18)
Ser cristiano o cristiano no te exime de los problemas matrimoniales, cada año miles de matrimonios evangélicos se separan a causa de diferentes motivos.
Entre las principales causas están que tanto el hombre como la mujer tienen necesidades emocionales diferentes, cuando estas necesidades emocionales no son satisfechas por uno de los cónyuges la frustración generada irá acrecentándose día a día, generando a su vez que otras necesidades emocionales queden sin satisfacer, lo cual a su vez creará todo tipo de problemas matrimoniales.
Es más, muchas de las infidelidades matrimoniales dentro del cuerpo de Cristo no se dan porque el esposo no ame a su esposa o viceversa, se dan porque la insatisfacción emocional existente en la pareja va formando una especie de vacío dentro de alguno de los cónyuges durante meses o aún años, el cual al ser llenado por un tercero, provoca que el hermano o la hermana a veces sucumba ante la tentación.
Ahora bien, las cinco necesidades emocionales que el hombre debe satisfacer en su esposa son:
- Afecto.
- Conversación íntima.
- Honestidad y franqueza.
- Seguridad financiera.
- Compromiso familiar (Que él sea un buen padre).
Y las cinco necesidades emocionales que la mujer debe satisfacer en su esposo son:
- Plenitud sexual.
- Compañía recreativa
- Una esposa atractiva.
- Paz y tranquilidad en el hogar.
- Admiración.
Si alguna de estas no es satisfecha, puede a la larga ocasionar graves problemas; por ejemplo:
- No importa que tan guapo, fuerte o adinerado sea un hombre, si no conversa de forma íntima con su esposa por largos periodos de tiempo, existe la posibilidad de que su esposa llegue a tener un amorío con algún vecino amigable, aunque este sea feo, débil o pobre.
- No importa que tan cariñosa, hogareña o hermosa sea una mujer, sino no satisface plenamente la sexualidad de su esposo, este puede llegar a sucumbir ante cualquier secretaria de la oficina que si este dispuesta a hacerlo, aún si esta es fea, gorda o vieja.
Por eso, si eres casado o casada, actúa sabiamente y busca la manera de satisfacer las necesidades de tu cónyuge, no esperes que el problema crezca, para entonces echarle la culpa al diablo, a la carne o al mundo.
¡ACTÚA! Hoy es el día en que puedes comenzar a cambiar la forma en la que te comportas dentro de tu matrimonio, no dejes que Satanás arrebate de tus manos lo que te pertenece.
