sábado, 17 de septiembre de 2011

EL NOVIAZGO



He visto muchos matrimonios desbaratarse, matrimonios de pastores, matrimonios de profetas, matrimonios de apóstoles; y a muchísimos cristianos al borde del divorcio preguntarse “¿Cómo fue que pasó esto, si me case con un buen cristiano, que oraba e iba a la iglesia?”; llegando así a la pregunta clave de este artículo:

¿Cómo puedo saber si la persona con la que salgo en este momento podrá en el futuro llegar a ser un buen esposo o esposa, y de no serlo vale la pena continuar con la relación o no?

1 Pedro 3:8-9 “Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.”

Lo primero que debes saber es que los problemas en el matrimonio no comenzaron durante el matrimonio como muchas personas piensan, “es que él era tan amable y cuando nos casamos no sé que le pasó, cambio totalmente”, eso no es cierto; los indicios de problemas inician generalmente desde las primeras citas y se manifiestan esporádicamente o de forma continua durante todo el noviazgo, pero como el cerebro de los seres humanos al enamorarse queda algo así como medio drogado por las sustancias químicas que el cuerpo produce en ese momento, las personas tendemos a minimizar los errores del otro y a aumentar sus virtudes.

Existen muchos indicadores que te pueden ayudar a percibir si la relación en la que te encuentras va o no por buen camino, pero uno delos más importantes es el respeto, el respeto es la habilidad de valorar los sentimientos, los derechos y las experiencias de la otra persona, el saber que como ser humano que eres, eres diferente, pero valioso; por eso es que el respeto implica aquello que Dios mencionó por medio de Pedro, amor, misericordia, amistad,…

El respeto implica:

- Que tus opiniones se escuchen y sean valoradas, aún cuando la otra persona no este de acuerdo.
- Que tus sentimientos sean reconocidos, aún si no son los de la otra persona.
- Que cuando te equivoque seas confrontado amigablemente, no con reproches.

Ahora bien, en la práctica, ¿Cómo puedes saber si eres respetado?, mira, si te preocupa que la otra persona te ataque o te humille cuando estás con ella, hay grandes probabilidades de que no te respete.

Como la falta de respeto generalmente incluye siempre alguna violación a las libertades de la otra persona, la puedes identificar cuando eres manipulado, agredido física o verbalmente, minimizado, alejado o culpado de todo; la forma más sencilla de poner a prueba todo esto es haciendo algo que vaya en contra de los intereses de la otra persona, claro, en forma amigable y respetuosa como cristiano que eres; por ejemplo:

- Si asisten juntos a un culto, pídele a la otra persona su punto de vista y después dile que no estás de acuerdo con lo que dijo.
- Si él está acostumbrado a que lo acompañes a sus entrenamientos, un día dile que no tienes ganas de hacerlo y punto, sin explicaciones.
- Si a ella le gusta que vayas siempre bien vestido a verla, un día ve de pants, si te dice algo, dile que así te sientes más cómodo, sin explicaciones eh.

Ahora ve como reacciona, no te fijes tanto en sus palabras, escucha el tono de voz en el que te responde, observa sus ojos, sus rasgos faciales, ve sus manos y sus pies, si se mueven o se tensan más de lo habitual; una persona madura no se verá afectará por esto, aunque no esté de acuerdo y te lo diga, pero una persona con problemas en el carácter reaccionará negativamente, probablemente sea violenta o sarcástica, tal vez te deje de hablar unos días o te intente manipular,…

Espero que lo comprendas, aún si tu pareja ora a Dios durante horas sentado sobre unos nopales, si lo ves leyendo la Biblia siempre y ayuna hasta desmayarse y ser hospitalizado; si tiene problemas en su carácter no es buen partido para una relación sentimental estable y mucho menos para el matrimonio.

Si este es tu caso debes hablar con esa persona, si vez que con el tiempo va cambiando su forma de ser, continúa con ella, si no, no vale la pena seguir en esa relación, ya que no naciste para ser la “mamita” o el “papito” de nadie y andar soportando sus caprichos; y si tú eres la persona con problemas en el carácter, busca primero a Dios para que sane las heridas que tienes en el alma, y ya comenzado el proceso entonces si puedes empezar a buscar pareja.