lunes, 17 de octubre de 2011

SATANÁS Y EL MIEDO


Mateo 4:10 “Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.”
Apocalipsis 20:2 “Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años”


En mi país, México, he oído a muchos hermanos en Cristo referirse al diablo por diferentes nombres como “el chanclas”, “el pingo”, “el patas”,… menos por Satanás; al preguntarles el porque hacen esto, en general lo que me respondieron fue: “No le decimos por su nombre, porque si lo hacemos es como si lo estuviéramos llamando.”

Si observamos los nombres con que a él se refieren nos daremos cuenta que en ellos y como es ya costumbre del mexicano existe siempre cierto tono de burla, algo similar a lo que pasa en día de muertos con las calaveras o esqueletos humanos, se hacen dibujos, pan, dulces y frases de ellos, que de alguna forma se burlan de la muerte, ¿Por qué? Pues para aminorar de alguna forma el miedo que esta les provoca.

Entonces de manera similar lo que reflejan los nombres con los que llaman a Satanás es el miedo que todavía le tienen, aunque en general lo nieguen una gran mayoría de cristianos en este país temen a tal grado las manifestaciones y acciones de Satanás que les da miedo aún nombralo, ya que temen que con ello lleguen a atraerlo de alguna forma y esto les cause alguna desgracia, sin embargo vemos en la Biblia que Jesús no titubeaba en llamarle por su nombre temiendo que viniera contra Él.

Surge entonces una pregunta interesante:
¿Hay algo entonces dentro de la vida cristiana que realmente tenga la capacidad de invocarle o no?

Responderé a ello con dos experiencias reales:
Una hermana en Cristo a la que conozco empezó repentinamente a oír la voz de Satanás, la espantaba, la amenzaba,... intentó muchas cosas, pero aún cuando oraba el demonio venía y la aventaba al suelo, fue hasta que una pastora le dijo que no le tuviera miedo y se le enfrentara cuando esta horrible experiencia finalmente cesó.
Algunos niños que generalmente no tenían miedo por las noches, después de ver una película de terror comenzaron a tener pesadillas y a temerle a la oscuridad.

¿Cuál es entonces una de las cosas que más que invocarle le abre una puerta a Satanás en tu vida para que actúe? TÚ MIEDO, pues de alguna forma el miedo es contrario a tu fe en Dios.

Por eso es que en lo posible debes evitar aquellas cosas que te provoquen miedo, conste que no estoy hablando aquí de temores normales como el cruzar una calle muy transitada, el usar un cuchillo filoso o el abordar un taxi sin placas oficiales; estoy hablando de miedos anormales contrarios a tu fe en Dios.

Por ejemplo debes evitar oír noticias amarillistas, ver películas de terror y aún oír sermones en la iglesia donde se nombre más a Satanás que a Dios y contrario a esto debes orar más y leer tu Biblia sistemáticamente para que al aumentar tu fe en Dios aquellos temores infundados que aún halla en ti vayan poco a poco menguando.